Y la anteúltima semana de Febrero nos encontró a todos volviendo de las tan lindas vacaciones que pasamos.
Y claro que esta vez llegamos mas rápido a casa, no por acelerar la velocidad, sino porque la causante de que a la ida paremos al baño a cada rato, ya estaba en mis brazos, durmiendo muy tranquilamente y quien sabe soñando que cosa, para tener esa hermosa trompita heredada por papá.
Al llegar a casa la sensacion de felicidad en mi, fue tremenda. Ya estabamos los tres, en familia, en nuestra casa. No podia pedir nada mas.
Llegar, tirar todos los bolsos en el living y sentarnos los dos en el sillón, con Valen en brazos, hablándole y contándole lo feliz que estabamos de tenerla finalmente con nosotros, en casa. Ir al que sería su cuarto, cuando creciera un poco mas, no tenia ni un mes de vida, era obvio que iba a seguir durmiendo en el pecho de papá y con mamá vigilandolos muy de cerca.
Irme a bañar y al salir verlos a los dos totalmente dormidos, ella sobre él, claro... ya era su lugar. Ambos muertos de cansancio, él por manejar todo el viaje, y ella simplemente porque no se resistía a la paz que emanaba su papá, y yo, como madre primeriza, que todo quiere guardar y retratar, tomando fotos, en completo silencio. Fotos que luego me encargaría de llevar a imprimir y empapelar todo el living y su cuarto con ellas. Porque de grande iba a ser muy divertido contarle como nos cambió repentinamente todas las vacaciones, como de un momento al otro llegó a nuestra vida para hacerla distinta. Para que cada gesto, mueca, movimiento que haga, para nosotros sea todo un descubrimiento. Para que su llanto nos saque de cualquier otro lugar o cosa que estemos haciendo, solo para atenderla a ella. En fin, llegó para que todo lo que creíamos saber como padres, nos cambie por completo, y aprendamos dia a dia con ella.
Claro que durmieron toda la siesta... mientras yo, me dispuse a ordenar y lavar la ropa de los bolsos, y toda la casa, que habia estado inhabitada por varios dias.
El primer mes de Valentina, ya nos encontraba en Marzo, y con ello todas las actividades normales. Claro que yo no iba a volver a estudiar hasta que no esté lo suficientemente segura de que mi hija iba a estar bien, sin mi. Aunque sabia que jamás querria eso enserio, y su fuera por mi jamás me iría de lado. Pero en 3 meses, el tiempo que me daban en la facultad por el embarazo, debería volver a cursar y eso implicaba que las dos abuelas se pusieran mas que contentas sabiendo que su nieta quedaria pura y exclusivamente en sus manos. “Que miedo” manifestó Peter cuando le comenté la idea.
La rutina se hacía notar... y era de todos los dias dormir muy muy poco a causa del llanto de Valen, que debo admitir que nos tenia terriblemente preocupados y eso nos llevó a varias visitas al pediatra, que claro, indicó que todo estaba bien y que era normal. Por lo que cada dos horas me despertaba a darle de comer, mientras él dormia, porque claro, se levantaba temprano para ir a aquella odiosa oficina que lo alejaba de nosotros cada mañana, y a veces las tardes.
Peter: Holaaaa!! (ingresaba a casa, mientras yo limpiaba la repisa de adornos del living con un plumero) Como está la princesita de papá? (y claro que cuando se acercó a ella que estaba sentada en el coche jugando con un sonajero, todo fué risas. Valentina ya tenia dos meses y no habia nada que la haga reir mas que ver a su papá llegar y darle uno o un millón de besos en su cuellito) Hola mi amor! (y claro que despues, me tocaba a mi) Mmm, que rico olor!
Lali: Si si señor, milanesas a la napolitanas con papas fritas! (y sonreí porque sabia que era su comida preferida, y amaba llegar de trabajar y que lo esperaran sus dos mujeres de esa forma)
Peter: Sos una genia mi amor! (y otra vez se adueñó de mi boca, pero con mas énfasis) Igualmente en este momento nosé si me tiran mas las milanesas o verte con ese delantal y el plumero. (y claro que ya era dueño de mi cintura)
Lali: No te desubiques chiquito.. está tu hija! (exageré) Por dios, que clase de padre sos? (y claro que reí, el tambien)
Peter: Uno normal, solo que ya no está mas la excusa de la cuarentena! (su sonrisa que compraba a cualquiera)
Lali: Sabe muy bien que no era ninguna excusa señor... y le voy a pedir que evite esta clase de acercamientos provocativos, porque sabe que usted me puede y no da estando su hija presente! (y claro que reímos los dos, para besarnos un poquito mas y los tres trasladarnos a la cocina, para almorzar juntos. Los tres, como hace 2 meses)
3 nov 2011
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MAGIA
"...magia es probar a volcar lo que hay en el fondo de ti, magia es verte sonreir; magia es probar a saltar sin mirar, es caer y volver a empezar..."
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