Capítulo 187

Y acomodarnos en esa casa, fue un poco, bastante caótico ya que solo había tres habitaciones. Dos con cama matrimonial, y la otra con cuatro camas simples… pero tambien había varios colchones, que seguramente, tiraríamos en el suelo.
Y mientras todos bajamos los bolsos y las cosas de los autos y los trasladábamos al living, los chicos se peleaban por quienes eran los que iban a tener la suerte de dormir en las habitaciones matrimoniales. Obviamente que todos ponían sus razones, pero todas, menos la de Poli, eran invalidadas, por lo tanto Pablo y Rochi, ya tenían una para ambos. Claro, ellos contaban con una pequeñísima prioridad de un mes y medio, todos estuvimos de acuerdo en ello.

Agus: Bueno, pero la otra nos corresponde a nosotros, (y abrazó a la mas flaca) por ser el sueño de la casa!
Cande: Ay Agustín! (lo retó) No seas tan mal anfitrión, acá los únicos con prioridades, ya tienen su habitación… así que hay que buscar otra forma!
Lali: Porque no nos turnamos? (y siete miradas se posaron en mi, ya que Pablo y Rochi ya estaban guardando sus cosas en su cuarto)
Lu: Si es verdad… una noche cada pareja!
Nico: Pero son siete noches chicas… Alguna va a tener mas dias.
Agus: Nosotros! (levantó la mano y recibió una mirada no muy linda de su novia) Bueno, hacemos por sorteo…
Lali: No no… (y los siete me volvieron a mirar) Una noche cada uno… las demás, nos dividimos en mujeres por un lado y varones por el otro! (y claro estaba que mis amigas me apoyarían y ellos no estarían del todo de acuerdo, pero en fin… no les quedaba otra)
Lu: Bueno… ésta noche entonces lo dejamos a Agus con la flaqui, para que tenga su prioridad de dueño (y vimos sonreír al cachetón) Mañana…
Nico: Nosotros! (y abrazó a la rubia de pelo lacio)
Lali: Bueno, despues ustedes Lu… y por ultimo nosotros amor (y lo miré ya que estaba sentada en sus piernas, me respondió con un pico) Bueno, listo entonces? (todos asintieron resignados y nos paramos para empezar a acomodarnos.

Llevamos los bolsos a las habitaciones, Peter llevó el mío, ya que yo me dirigí a la cocina a acomodar las cosas que habíamos traído para comer. Antes de viajar, con las chicas hicimos una compra en el supermercado de cosas que seguramente usaríamos allí. Enchufé la heladera y mientras se enfriaba un poco ordené las cosas en las alacenas, ya estaba Rochi conmigo ayudándome. Nos reíamos de solo escuchar como en la habitación múltiple volvían las discusiones por los lugares.

Peter: Amor… (escuché su voz, y me paré… estaba agachada guardando cosas en la heladera) A vos te molesta dormir en un colchón en el suelo?
Lali: Para nada! (le regalé una sonrisa y me contestó con otra, para dar la vuelta y volver hacia, seguramente, aquella habitación)
Rochi: Ni un problema vos! (estaba sentada en la mesa comiendo galletitas de chocolate)
Lali: (me reí) Para que me voy a hacer problema? (y ella rió) Es mas que obvio, que vamos a terminar durmiendo todos en cualquier lado… y lo que menos vamos a hacer es dormir tanto. Vinimos de vacaciones! (y le saqué una galletita mientras me sentaba enfrente suyo)
Rochi: Si, la verdad que tenes razón… (ambas reímos y ella levantó su vista hacia la ventana) Vamos a ver el patio?
Lali: Dale! (como no acompañarla, si ese lugar era hermoso)

El pasto verde de ese jardín impecablemente cuidado, el agua del lago en la cual el sol, reflejaba la sombra de las sierras. Sin palabras, simplemente un paisaje hermoso! Claro, desde la calle, viendo ese solo portón y las paredes con enredaderas, nunca iba a imaginar que esa casa tenia una impecable vista al lago. Nos sentamos con Rochi en un banco, que dejaba ver a la perfección, aquel paisaje.

Pablo: Gordaaaa! (se escuchó desde la casa) Donde guardaste vos mi ropa? (y ambas reímos)
Rochi: Ni que estuviéramos casados che! (se levantó) Te dejo las galletitas! (y luego de reír se fue hacia la casa para ayudar al futuro padre a encontrar lo que buscaba)

Me quedé ahí con esa hermosa vista y comiendo de esas galletitas de chocolate, que habían sido compradas como antojo, (pero que despues Ro, confesó que no había sido así). Y parecía que no había nada mejor… que esa paz era impagable.
Pero si existía algo mejor… y era la compañía de él. Que sin decir nada, se sentó a mi lado, y me rodeó con uno de sus brazos, para que yo sienta la felicidad total.